En sus conciertos, la artista ha demostrado tener un impactante dominio escénico, aunque, a decir de ciertos críticos, eso por momentos la desvía del objetivo principal de cualquier recital: ofrecer interpretaciones memorables de sus canciones.
"Por momentos la vimos un poco mecánica, pero Alicia Keys deslumbra cuando simplemente se dedica a cantar y tocar el piano", apuntó ayer un cronista del diario "Los Ángeles Times" a propósito de su presentación en el Honda Center de Anaheim el domingo.
Más adelante añadió: "Toda la parafernalia de producción y los efectos especiales no hacen otra cosa que distraer a la audiencia de la esencia única de Keys. Los momentos en que ella cantó y tocó el piano, ya sea sola o acompañada por su banda, fueron el genuino corazón del espectáculo, tanto musical como emocionalmente".
Keys ha tenido por teloneros a diferentes artistas en ascenso durante la presente gira: en Anaheim estuvo Ne-Yo, mientras que la noche del lunes, en el Staples Center de Los Ángeles, fue precedida en el escenario por Jordin Sparks.
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